miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ver para creer




Si alguien decía hace una semana que los pibes de las inferiores de Boca le iban a ganar al último campeón de América, seguramente se lo hubiera tratado de loco. Porque el técnico, Carlos Ischia, dejó en claro a principio de temporada que el principal objetivo era ganar el torneo local (Boca no lo logra desde el 2006). Y lo dejó en claro anoche, cuando en el partido que el Xeneize enfrentó a Liga de Quito por los octavos de final de la copa Sudamericana, dispuso en el campo de juego, un equipo que tenía un promedio de edad de 21 años.
En la previa el resultado estaba cantado, o por lo menos así parecía. Pero el equipo de Ischia, salió a comerse la cancha, a dejar la vida en cada pelota, a aprovechar la posibilidad que les otorgó el técnico. Y no lo defraudaron. Con un juego asociado que hace tiempo no se ve en Boca, los pibes, lograron una victoria cómoda, por cuatro a cero, que les permite ir con más aire al partido de vuelta que se disputará el primero de Octubre en la altura de Quito.
Con un Mouche intratable, que se cansó de gambetear y hacer acordar con esa camiseta número 7 a viejas glorias del club, Gracián en la mejor versión Riquelme, Chávez con su buena gambeta y disparo de media distancia, la dupla central más segura que nunca, los jóvenes laterales, Barroso y Fondacaro, jugaron como sí tuvieran un centenar de partidos en primera. En fin, jugaron con la frescura que muchas veces les falta a los habituales titulares. Demostraron lo que saben, de principio a fin sin bajar el ritmo de juego ni un minuto. Las 15.000 personas que presenciaron este partido en vivo y en directo no lo podían creer. Hasta que cayeron y acompañaron al equipo con el grito de “vamos, vamos los pibes”, que era un fiel reflejo de lo que contagiaba el equipo dentro del campo de juego. Cuando el árbitro , Rubén Selman, dio por finalizado el encuentro, ya era un hecho que los pibes por los cuales nadie apostaba nada, se habían recibido de héroes, y bailaron al compás del canto de “la 12”, al último campeón de América. Ver para creer…